miércoles, 24 de noviembre de 2010

Los olvidados del Plan Maestro

Ambulantes y carritos

En busca de una solución a los problemas urbanos que viven día a día los residentes y trabajadores del Barrio Patronato es que la municipalidad lanzó como propuesta de reconstrucción y embellecimiento un concurso que favoreciera a quienes recurren al sector. La ceremonia del pasado 21 de octubre premió a la constructora “LMB Arquitecto” quienes recibirán un presupuesto de 85 millones de pesos.
Parte del proyecto está la creación de estacionamientos subterráneos, una biblioteca y un nuevo orden en las tiendas comerciales, sin embargo quedaron excluidos una parte importante de los comerciantes: Los quioscos y “paraguas” (carros independientes).
Gabriel Ávila es uno de los trabajadores que se verían desfavorecidos. “El proyecto que presentó la empresa tiene todos los puntos cubiertos, menos el comercio que ejercemos nosotros. A nosotros nos van a sacar  o reubicar, eso es algo que todavía no se aclara”. El grupo de trabajadores a los que pertenece Ávila, entregó una lista de consideraciones a la Casa de Comercio de Patronato y a la Junta de Vecinos correspondientes. En ella se encuentra el monto que pagan los carros llamados paraguas por el uso del suelo y la patente de los quiscos con sus respectivos gastos en basura y arriendo.
Frente a esta situación el presidente de la Junta de Vecinos, Víctor Hugo Luzzi, dentro de una serie de peticiones que realizó a la constructora, se encuentra la consideración de estos trabajadores que, en muchos casos, tendrían solo esta como opción de recibir ingresos.
La constructora aclaró que no pretenden eliminar a los quioscos, sino reubicarlos a un sector el cual todavía no está decidido. Además está vista la posibilidad de que este tipo de comercio no se encuentre en todas las calles de Patronato, y calles específicamente destinadas a este.

martes, 2 de noviembre de 2010

Venturas de un residente


Al tiempo que Patronato es reconocido como un barrio comercial, existe un número creciente de residentes que se han instalado en los alrededores del centro urbano. Parte de las viviendas están en la calle Río de Janeiro, donde vive Cristián Villalobos y su familia. En la casa C del pasaje 425 se escuchan tras una puerta el sonidos que hacen las máquinas de cocer del taller donde trabaja el dueño de casa.

Nacido en San Felipe, Villalobos llegó a Santiago hace 15 años luego de ser despedido de la empresa frutícola en la que se empleaba. Seis meses después se vino su familia con la idea de empezar una microempresa de fabricación de ropa, que quebró al poco tiempo. Hoy trabaja en el taller que instaló en su hogar que se dedica a la fabricación de ropa para trabajo y uniformes escolares.

-  ¿Es Patronato un lugar para vivir?
No. Este es un barrio industrial y no residencial, por ende hay muy pocas casas y cuando en las tardes deja de funcionar Patronato, tipo 19:30 a 20:00 en las calles no anda nadie. El otro problema es el monopolio con las empresas de telefonía que cobran muchos más caro. A las otras compañías no les conviene tener cables por este sector por que para ellos no es comercio, ya que son muy pocas las viviendas, y hay más empresas, tiendas comerciales e industrias.

- ¿Cuáles son las desventajas de vivir en un barrio comercial?
 Los inconvenientes no son muchos. Por lo menos, para mí, que soy un comerciante, es más fácil para hacer negocios. Sabemos que hay momentos malos, pero cuando son buenos se puede lograr una buena producción. Lo otro, es que al estar acá uno tiene la posibilidad de conocer más talleres. Puede pasar que a veces uno no alcanza o no puede sacar toda la producción, y por ende manda a fabricar a estos talleres y así poder cumplir con los clientes. El principal inconveniente es la movilización, ya que después de las 19:00 los taxis no pasan cerca y hay que ir hacia Recoleta para poder movilizarse. 

- ¿Tiene en cuenta la posibilidad de cambiar de residencia?
 Sí. La verdad de las cosas es que queremos buscar otros horizontes, porque vemos que día a día se va cerrando la brecha. Primero tuvimos que dejar de hacer ropa de moda porque llegaba mucha exportación china y ahora ya están llegando ropas de trabajo hechas en China y nos estamos viendo afectados en ese aspecto.